"Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan." Voltaire
La competencia es el clímax de todo deporte. Es donde cada atleta demuestra
su máximo rendimiento y donde se refleja toda la preparación deportiva. Es un
momento único e irrepetible, donde los meses de entrenamiento, de cansancio, de
dolor, de alegría y de disciplina se resumen en unos pocos minutos contra un
rival que ha pasado por los mismos momentos. Son todos estos factores, y muchos
mas, lo que crean estados emocionales de gran intensidad que pueden tener una
influencia positiva o negativa en el rendimiento del deportista.
De igual forma que se ha preparado física, técnica y tácticamente a los
atletas, debe de haber una preparación psicológica. La preparación psicológica
de los deportistas garantiza un estado óptimo para la competencia a través de
distintos procedimientos en el que se forman y desarrollan las cualidades,
capacidades, actitudes y estados que demanda la actividad deportiva para la
obtención de altos rendimientos. Este proceso requiere un esfuerzo en conjunto
con el entrenador y el psicólogo pero es el entrenador quien lo guia.
Al igual que el
entrenamiento y la preparación física, la preparación psicológica se divide en
preparación general y preparación específica. La preparación general está dirigida
al perfeccionamiento de las cualidades
de la personalidad del deportista y la preparación especial o específica es la
formación de la disposición para una
participación efectiva en las competencias. La Preparación Especifica se divide
en la preparación para una competencia concreta y la preparación psicológica
directa. Mas información en los próximos posts.
Debemos de tener en cuenta que previamente debe de haber un entrenamiento
psicológico y un establecimiento de la base psicológico del atleta, permitiéndoles
enfrentar cada eslabón con la planificación y las técnicas adecuadas que
utiliza el psicólogo deportivo.
La adecuada preparación psicológico le da elemento a los atletas para poder
controlar sus emociones y estar preparados para cualquier imprevisto o
situación que pueda cambiar el rumbo de su enfoque mental.